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El FBI espero con paciencia, y cuando nada parecía indicar que sería un día fuera de lo ordinario, procedieron a detener a varios dirigentes del fútbol mundial, entre ellos a Rafael Esquivel. Todos estaban reunidos en Suiza, donde está ubicada la FIFA. Todos los objetivos estaban reunidos en el mismo lugar; algo que facilitó las acciones.
Eugenio Figueredo, Jeffrey Webb, Eduardo Li, Julio Rocha, José Marín, Costas Takas, Nicolás Leoz y Jack Warner son otros de los nombres que fueron oficialmente detenidos, por cargos que incluyen lavado de dinero, crimen organizado y fraude electrónico. Corrupción, en resumidas cuentas.
Joseph Blatter, el hombre al mando del ente rector del balompié en el planeta, no está entre los acusados, y sus declaraciones dejan ver que para él y para la FIFA -según sus palabras- estos hechos no son negativos. Ciertamente se ve dañada la imagen de la federación, pero al menos ayuda a limpiar el órgano de directivos que actúan de forma ilegal. Así dijo el suizo.
De momento, no se puede hablar de "presos". Lo que sí es un hecho es que Estados Unidos ordenó la extradición de los involucrados. Así que pronto, todos ellos tendrían que ir a un juicio para que se haga justicia.
Rafael Esquivel cumple hoy 28 años al mando de la FVF (gran dato de El Estímulo). Y, paradójicamente, lo que menos tiene son motivos para celebrarlo. Conmebol y Concacaf tienen a muchos hombres de peso entre los acusados, y las consecuencias podrían verlas pronto los países que forman parte de estas confederaciones.
También sigue abierta la investigación sobre las designaciones de Catar y Rusia para los próximos mundiales de fútbol. Con este escándalo, ya no sorprendería que en cuestión de días, incluso de horas, pudiera seguir generándose noticias.
