Diego Sancho (@SanchoDiegoo)
Deportivo La Guaira
culmina el primer torneo corto de su historia en puestos de descenso tras no
poder sacar ventaja ante su único persecutor: Yaracuyanos. Con esta nueva
paridad –octava en el Apertura- los dirigidos por Carlos Ravel despiden el año
con más incertidumbres que proyectos. Se ubican penúltimos en la tabla con
apenas 14 unidades, panorama preocupante para una de las plantillas más
costosas del balompié nacional.
Un equipo que planea
mudarse de sede en el venidero año 2014 tiene esta pausa decembrina para
repensar expectativas e incorporar nuevas piezas que pueden, por lo menos,
ubicarlo en mejores posiciones. Los violetas tan solo pudieron ganar dos
partidos en este semestre, ninguno de los mismos ha sido en condición de local,
factor que influyó a su inesperado mal torneo.
Si bien la localía
es materia pendiente de cara al año entrante, hay que tener en cuenta que ese
factor no es resultante de un mal funcionamiento de juego; es una cuestión
externa. Atlético Venezuela, oncena con quien comparte escenario, tampoco logró
hacerse fuerte en casa, lo que deja en evidencia que el gramado de El Paraíso
no es el mejor condicionado para los que allí juegan.
Otro detalle es que
la plantilla cambió de cuerpo técnico a mitad de torneo, lo que conllevó a que
el equipo tardase un poco en acoplarse al estilo de juego. El movimiento de
banquillo no mejoró los resultados y el equipo sigue sumido en el fondo de la
tabla, quizá un técnico de renombre sea el bálsamo que precisa un equipo que
anotó 12 goles en 17 partidos y ninguno de sus jugadores suma más que un par de
dianas.
Si bien la el
presente de los litoralenses no es promisorio, poseen los jugadores para salir
del mal momento: Lucena, Vega, Suárez y el brasileño Daniel Reis son las
individualidades más sobresalientes para este semestre. También hay que contar
al juvenil ariete Néstor Canelón, procedente de la cantera, un recurso de lujo
en el fútbol nacional del cual se han sostenido varias instituciones para
renovar posiciones sin gastar dinero en transferencias millonarias.
Foto: Prensa La Guaira.