25/8/11

COLUMNA | Cuando de generalizar se trata


Sólo Fútbol VE.- Cuando un evento irregular, violento o polémico surge en algún estadio de fútbol, más allá de realizar cualquier investigación, de realizar alguna averiguación, algunos “periodistas” venezolanos no dudan en generalizar de una manera descabellada, agresiva e hiriente a las barras del país, paso en Anzoátegui con Los Demonios Rojos, pasa en San Cristóbal con La Avalancha Sur y así con todas las barras del país desde Los Guerreros de la Montaña en el Occidente hasta La Impertinente en el Oriente; se habla de malandros, indisciplinados, violentos, hasta de asesinos han llegado a mencionar.

Es curioso lo fácil y desligado que se puede llegar a hablar “mal” de hinchadas, de hinchas de individuos, que en su mayoría son estudiantes, trabajadores, profesionales y sobre todo venezolanos, otros no tanto; que van a todas partes con su equipo recorriendo el país y muchas veces hasta el continente con la Vinotinto o con cualquier otra, que fácil es “pegarle” a unos individuos que hacen mil y un malabares para costearse los gastos de comida, viajes, hospedaje y entradas en diferentes ciudades.

Nadie les devuelve a estos “malandros” 27 horas de vida en un viaje de Maracaibo a Puerto Ordaz con la decepción de una derrota, ni 12 horas de Caracas a Táchira para alentar. Qué fácil se les olvida que nadie se gana un sueldo por hinchar, nadie recibe una moneda por amanecer cortando papelillos, por una quemada de bengala o por perder la garganta en cada partido, mucho menos por aprender a tejer y a pintar trapos que envuelven a todos los estadios.

Algunas “personas” se les olvida que muchos de estos “asesinos” han sufrido maltratos policiales, maltratos de dirigentes, maltratos de jugadores y que incluso han peleado con sus padres (muchos menores de edad en estas hinchadas) por seguir fieles a un escudo o a unos colores, que recibieron burlas por decir: “yo apoyo al equipo de mi ciudad y a mi país”.

Incluso existen grandes hinchadas sin equipo, cánticos encerrados en gargantas queriendo escapar, lagrimas por recuerdos en algunos noches de Libertadores; todo esto por políticas paraliticas, por dirigentes corruptos y por malas gestiones; es que parece que a los periodistas se les olvida que durante muchos años el fútbol no fue rentable y jamás sacaban una nota en el noticiero, ni siquiera en prensa se realizaba una pequeña mención.

Hasta decidieron transmitir partidos entre celestes y albicelestes cuando nuestra selección arañaba un punto en tierras amazónicas, ni si quiera hago menciones a periodistas en tarimas o pantallas gigantes apoyando a países europeos o sureños, celebrando victorias ajenas y apoyando a clubes extranjeros, nadie generalizó con ustedes, nadie hablo de periodistas venezolanos traidores, vendidos, ni peseteros.

Los “fanáticos” son muchos, pero los HINCHAS (sí, en mayúsculas) los que respiran y transpiran fútbol, los que viven para los colores merecen respeto y admiración; les recuerdo que el daño a nuestro fútbol no se causa desde una grada, ni en un partido de 90min, ese daño se realiza desde lujosos despachos con “personas importantes”, con firmas millonarias y con algunos tragos de bebida importada.

Un Hincha sin Equipo
@jromerod

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