Sólo Fútbol VE.- Cuando un evento irregular, violento o polémico surge en algún estadio de fútbol, más allá de realizar cualquier investigación, de realizar alguna averiguación, algunos “periodistas” venezolanos no dudan en generalizar de una manera descabellada, agresiva e hiriente a las barras del país, paso en Anzoátegui con Los Demonios Rojos, pasa en San Cristóbal con La Avalancha Sur y así con todas las barras del país desde Los Guerreros de la Montaña en el Occidente hasta La Impertinente en el Oriente; se habla de malandros, indisciplinados, violentos, hasta de asesinos han llegado a mencionar.
Es curioso lo fácil y desligado que se puede llegar a hablar “mal” de hinchadas, de hinchas de individuos, que en su mayoría son estudiantes, trabajadores, profesionales y sobre todo venezolanos, otros no tanto; que van a todas partes con su equipo recorriendo el país y muchas veces hasta el continente con la Vinotinto o con cualquier otra, que fácil es “pegarle” a unos individuos que hacen mil y un malabares para costearse los gastos de comida, viajes, hospedaje y entradas en diferentes ciudades.
Nadie les devuelve a estos “malandros” 27 horas de vida en un viaje de Maracaibo a Puerto Ordaz con la decepción de una derrota, ni 12 horas de Caracas a Táchira para alentar. Qué fácil se les olvida que nadie se gana un sueldo por hinchar, nadie recibe una moneda por amanecer cortando papelillos, por una quemada de bengala o por perder la garganta en cada partido, mucho menos por aprender a tejer y a pintar trapos que envuelven a todos los estadios.
Nadie les devuelve a estos “malandros” 27 horas de vida en un viaje de Maracaibo a Puerto Ordaz con la decepción de una derrota, ni 12 horas de Caracas a Táchira para alentar. Qué fácil se les olvida que nadie se gana un sueldo por hinchar, nadie recibe una moneda por amanecer cortando papelillos, por una quemada de bengala o por perder la garganta en cada partido, mucho menos por aprender a tejer y a pintar trapos que envuelven a todos los estadios.
Algunas “personas” se les olvida que muchos de estos “asesinos” han sufrido maltratos policiales, maltratos de dirigentes, maltratos de jugadores y que incluso han peleado con sus padres (muchos menores de edad en estas hinchadas) por seguir fieles a un escudo o a unos colores, que recibieron burlas por decir: “yo apoyo al equipo de mi ciudad y a mi país”.
Incluso existen grandes hinchadas sin equipo, cánticos encerrados en gargantas queriendo escapar, lagrimas por recuerdos en algunos noches de Libertadores; todo esto por políticas paraliticas, por dirigentes corruptos y por malas gestiones; es que parece que a los periodistas se les olvida que durante muchos años el fútbol no fue rentable y jamás sacaban una nota en el noticiero, ni siquiera en prensa se realizaba una pequeña mención.
Hasta decidieron transmitir partidos entre celestes y albicelestes cuando nuestra selección arañaba un punto en tierras amazónicas, ni si quiera hago menciones a periodistas en tarimas o pantallas gigantes apoyando a países europeos o sureños, celebrando victorias ajenas y apoyando a clubes extranjeros, nadie generalizó con ustedes, nadie hablo de periodistas venezolanos traidores, vendidos, ni peseteros.
Incluso existen grandes hinchadas sin equipo, cánticos encerrados en gargantas queriendo escapar, lagrimas por recuerdos en algunos noches de Libertadores; todo esto por políticas paraliticas, por dirigentes corruptos y por malas gestiones; es que parece que a los periodistas se les olvida que durante muchos años el fútbol no fue rentable y jamás sacaban una nota en el noticiero, ni siquiera en prensa se realizaba una pequeña mención.
Hasta decidieron transmitir partidos entre celestes y albicelestes cuando nuestra selección arañaba un punto en tierras amazónicas, ni si quiera hago menciones a periodistas en tarimas o pantallas gigantes apoyando a países europeos o sureños, celebrando victorias ajenas y apoyando a clubes extranjeros, nadie generalizó con ustedes, nadie hablo de periodistas venezolanos traidores, vendidos, ni peseteros.
Los “fanáticos” son muchos, pero los HINCHAS (sí, en mayúsculas) los que respiran y transpiran fútbol, los que viven para los colores merecen respeto y admiración; les recuerdo que el daño a nuestro fútbol no se causa desde una grada, ni en un partido de 90min, ese daño se realiza desde lujosos despachos con “personas importantes”, con firmas millonarias y con algunos tragos de bebida importada.
Un Hincha sin Equipo
@jromerod